lunes, 4 de abril de 2011

Carta

Guerra, sangre, desprecio, afán de superioridad. Estos son los cinco adjetivos y sustantivos con los que deberíamos describir la llegada de esos animales blancos, gente sin escrúpulos y sin un corazón interior fruto de malas vidas. Llegan aquí y se apoderan de todas nuestras pertenencias como si nosotros fuésemos sus mascotas. Llegan y nos expropian nuestras tierras. Llegan y tratan a la madre Tierra como si nuestros antepasados no hubiesen existido. Llegan y catalogan nuestra religión y cultura de ser de perturbados.


Pero claro, los bárbaros y salvajes somos nosotros, los que somos de otro color, los que tenemos una religión rara, los que tratamos de vivir el día a día y no pensar en el futuro, los que nos dedicamos a tratar de madre a nuestra amada Tierra.



Vienen en sus grandes buques cargados de material explosivo, y se dedican a sacarse de delante a cualquiera que no esté a su favor y la única idea que tienen en sus mentes es la siguiente: Pobre gente, de no ser por nuestra ayuda, estas bestias nunca llegarían a civilizarse.



Creeis vosotros que eso que ellos llaman "civilización" conseguiría aumentar nuestra felicidad o tan sólo serviría a esa raza blanca para aumentar sus posesiones? Me refiero, a si saldremos las dos razas beneficiadadas.



Mi opinión es negativa a dicha pregunta, ellos sólo quieren aumentar sus posesiones y tener grandes riquezas, debemos en este momento tratar de formular un pacto con ellos. En este momento está casi todo perdido, apenas podemos hacer nada, sus armas pisotean los palos y lanzas con los que nosotros podríamos contraatacar y enfrentandonos a ellos lo único que conseguiríamos sería la derramación de nuestra sangre sobre nuestros antepasados. Lo único que podemos hacer es intentar pactar varios propósitos, y a cambio no nos quedará más remedio que dejarnos colonizar y preguntarnos: ¿Cuál será nuestro destino?

No hay comentarios:

Publicar un comentario